Las galletas saladas son las protagonistas en momentos en los que compartimos momentos. Nada mejor que un buen grupo de amigos o familia alrededor de una mesa llena de aperitivos. Estas galletas nunca fallan, por ese motivo vengo a contarte cómo hacerlas en casa de una forma saludable.
Pero antes de ir con la receta, te dejo más recetas de aperitivos para todos los gustos y que puedes tomar con estas deliciosas galletas:
- Queso fresco hecho en casa
- Patatas al ajo y limón, guarnición perfecta y alucinante
- Huevos haminados en crockpot
- Empanadillas caseras de atún al horno
- Salsa para carne mil sabores, una guarnición que nunca falla
- Patatas bravas crujientes
Origen de las galletas saladas
Las galletas saladas para aperitivos, a menudo conocidas como “crackers” en inglés, tienen un origen que se remonta mucho tiempo atrás. Su invención se atribuye a diferentes culturas y períodos históricos, pero en general, se desarrollaron como una forma de conservar el pan haciéndolo así más duradero.
Incluso podríamos hablar que galletas saladas tienen raíces en la antigua Roma, donde se hacían panes finos y crujientes que eran horneados dos veces para que fueran más secos y duraderos. Estos panes eran populares entre los legionarios romanos, ya que eran fáciles de transportar y podían durar mucho tiempo sin estropearse. Distan mucho de las versiones actuales que todos conocemos, pero como primera aproximación a lo que conocemos ahora por galleta salada parece razonable.
Durante la Edad Media también se desarrollaron diversas formas de panes secos y duros en toda Europa como resultado de la necesidad de conservar el pan durante largos períodos de tiempo. Se utilizaban en viajes marítimos y expediciones militares debido a su durabilidad.
Hoy en día, las galletas saladas se han convertido en un aperitivo muy popular en todo el mundo existiendo numerosas variedades con sabores y texturas diferentes. Como os vengo contado, su origen se encuentra en la necesidad de conservar el pan y crear un alimento que fuera duradero y fácil de transportar. Sin embargo, con el tiempo estas galletas se han convertido en un must que se disfruta en cualquier ocasión.
Diferentes variedades, diferentes sabores
Como ya imaginarás la variedad de galletas saladas es muy amplia. Y no solo en sus sabores, también en sus formas. Podemos encontrarlas redondas, con formas de animales o como palitos crujientes.
Respecto al sabor, todas destacan por su sal en la superficie combinándose con otros toques que las hacen deliciosas. Pueden llevar queso, especias o semillas.
Si las haces en casa la elección es tuya, solo tienes que echarle imaginación y darte una vuelta por tu despensa y elegir el aderezo que más te apetezca.
Os explico cómo hacer galletas saladas y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Galletas saladas fáciles, como las de compra
Ingredientes para hacer galletas saladas
Como hacer galletas saladas
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Para comenzar vamos a mezclar en un recipiente amplio la harina de trigo, la levadura, el azúcar y la sal. Seguidamente le vamos a incorporar la mantequilla a temperatura ambiente para que sea fácil trabajarla. Cuando los ingredientes empiecen a mezclarse le añadiremos la leche para que se hidrate más la masa.
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Una vez que hayamos obtenido una masa homogénea, la formaremos en dos cilindros tal como podemos apreciar en la imagen adjunta. Taparemos estos churros gigantes con un paño de cocina y lo dejaremos reposar durante 2 horas aproximadamente.
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Transcurrido este tiempo, cortaremos rodajas de cada churro de masa para formar las galletas. Éstas las pondremos en una bandeja de horno sobre papel par que no se adhieran. Las aplastaremos un poco para darle una forma más regular, y finalmente las pintaremos con la yema de huevo batida.
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Para darles un toque simpático les pondremos por encima unas semillas, en este caso de amapola y de sésamo. Ya sólo nos quedará introducirlas en el horno precalentado a 200ºC durante 15 minutos aproximadamente. No dejéis de vigilarlas porque se hacen en un momento.
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Como has podido comprobar, es un aperitivo fácil de hacer y casero, se pueden complementar con lo que queráis. Nosotros hemos utilizado semillas de sésamo y de amapola aunque existen infinidad de posibilidades: almendras picadas, cacahuetes, ajo, cebolla, chiles, frambuesas o especias.