El cilantro es una hierba aromática ampliamente utilizada en la gastronomía mundial. Su nombre científico es Coriandrum sativum, y pertenece a la familia de las apiáceas. Aunque a veces es amado y odiado por igual, su versatilidad y su característico aroma y sabor lo hacen destacar.
Y es que, en cierta ocasión, un gran amigo me dijo que el cilantro, o lo odias, o lo amas. Y no hay más opciones.
Yo lo amo.
Mi amor al Cilantro es cosa de la genética
El cilantro es una hierba que provoca reacciones muy polarizadas. Mientras que unas personas lo aman y lo encuentran refrescante, otros lo odian y afirman que les sabe a jabón, o incluso colonia . Aunque parezca muy inverosímil, la razón detrás de esta división está relacionada con la genética.
No todas las personas tenemos los mismos receptores olfativos y gustativos, no son idénticos y por esta sencilla razón no percibimos los sabores de igual forma. Diversas investigaciones han demostrado que la percepción del cilantro como “jabonoso” está influenciada por nuestros genes, tal cual.
Tenía que llegar al fondo de toda esta teoría, porque alguna razón debía haber que justificara esta dicotomía tan acusada en los gustos de las personas. Tras leer muchos artículos sobre el asunto, todos ellos concluyen que existe una variante genética que se asocia con las personas a las que no les gusta el cilantro. Esta variación está cerca de los genes de un determinado receptor olfativo que detecta los aldehídos presentes en el cilantro. Y es justo el olor de estos aldehídos los que varían según la persona.
En cualquier caso, y sea como sea; yo he venido a decirte que no estás solo en esto del sabor a jabón de cilantro. No es culpa tuya, el responsable es tu genética y la única forma de solucionarlo es avisar en el restaurante que prefieres los tacos sin cilantro.
En mi caso, mi genética es la culpable de que utilice el cilantro en cantidades desmedidas y a lo loco. Suelo ser bastante ordenada en su uso y no lo utilizo en cualquier plato. No obstante, si el cilantro forma parte de la lista de ingredientes, lo pongo como si no hubiera un mañana. No soy yo, es mi genética.
Propiedades y beneficios del cilantro
El cilantro es una hierba aromática con múltiples beneficios para la salud, parece que puede pasar desapercibida en los platos, pero cada ingrediente cuenta. Es una planta originaria del sudeste asiático y el norte de África. Y, como venimos diciendo, su sabor es muy característico y personal.
El cilantro tiene una historia interesante y su origen no está completamente claro. Hay estudios que sugieren que se remonta a 3.500 años atrás en el antiguo Egipto (adoro Egipto y su halo de misterio). Sin embargo, otros estudios cofirman que sus primeros usos surgieron en el Oriente Medio.
Sea como fuere, esta planta se hizo popular en Europa hace mucho tiempo estimándose que tiene más de 9.000 años de antigüedad. Ahí es nada.
Beneficios
Sobre el cilantro hay que destacar que no solo agrega sabor a nuestros platos, sino que también ofrece una serie de beneficios para nuestra salud. Veamos alguno de ellos
- Ayuda a nuestra Digestión: El cilantro actúa como un bálsamo digestivo y tónico estomacal. Ayuda a prevenir la formación de gases en el tracto digestivo y estimula su eliminación, aliviando la hinchazón abdominal y la pesadez estomacal.
- Favorece la salud ósea y anemia: Su contenido en calcio lo hace útil para reforzar los huesos y prevenir la osteoporosis. Además, el cilantro es rico en hierro lo que supone un plus sobre su uso y beneficios.
- Antiinflamatorio y antioxidante: El cilantro contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas.
- Salud intestinal: Su fibra contribuye a reducir el colesterol y mejorar la salud intestinal.
Pero si queremos destacar dos que lo identifican podemos poner el foco en el cilantro como estimulante tanto del sistema nervioso como del sistema digestivo y hepático, por lo que nos ayuda con las digestiones y la secreción de diversos jugos gástricos. También es un poderoso carminativo, así que contribuye a ese bienestar intestinal. Sin olvidar el hecho de ser un diurético interesante, al igual que el apio.
Cómo elegir, conservar y utilizar el Cilantro
Es importante asegurarse de que las hojas sean de un verde brillante y que los tallos estén firmes y ligeramente crujientes, descartando aquellos que estén flojos, marchitos y con hojas de un verde pálido o que muestren indicios de podredumbre debido a la humedad. Este exceso de agua es uno de los principales enemigos de estas hierbas, El exceso de agua es uno de los principales enemigos de estas hierbas. Al igual que con otras hierbas como la albahaca, el perejil, el romero o el orégano, es mejor utilizarlas cuanto más frescas estén y mantenerlas secas.
El Aguas es uno de los mayores enemigos en la conservación de estas hierbas aromáticas.
Además, no es recomendable lavarlas justo después de comprarlas ya que esto solo aumentaría su humedad; es mejor lavarlas antes de cocinarlas. Por otro lado, es común que a las personas no les agrade el sabor o la textura del tallo del cilantro, prefiriendo utilizar únicamente las hojas.
Conservar este tipo de hierbas en un bote cerrado ofrece un resultado aceptable, yo suelo conservarlo así aumentando la durabilidad tanto de las hojas como de los tallos.
Cocinar con Cilantro además de aportar frescura a tus platos, añade color y sabor a las recetas
Ya inmersos en la cocina, el cilantro se adapta bien a todas esas recetas donde usaríamos otras hierbas aromáticas como el perejil, la albahaca, la menta o la hierbabuena, aportando una interesante dosis de frescura.
Su aroma es más destacado si lo añadimos al final de la cocción como condimento, ya que se pierde parte de su encanto si se cocina demasiado. Para usar cilantro, podemos picarlo finamente, machacar sus hojas o simplemente romperlas un poco.
Para las dos primeras opciones, el sabor y el aroma serán más intensos debido a la liberación vigorosa de sus aceites esenciales. En la última opción, el sabor será más suave y el aroma más delicado. Si duda, este sabor suave puede ser ideal para complementar platos crudos como cebiches, tiraditos y aguachiles.
De manera similar, es preferible no preparar las hojas hasta el momento de usarlas para que no pierdan su aroma. Por ello, es habitual emplearlas como condimento en platos tanto fríos como calientes.
El cilantro se utiliza en pastas y arroces, combinando especialmente bien con arroces orientales aromatizados con curry, cúrcuma, azafrán o mezclas de especias. Su sabor se realza si se añaden elementos dulces como pasas, dátiles o higos secos.
También se pueden añadir hojas de cilantro a las sopas, al igual que la hierbabuena en el puchero andaluz, o en guisos como las patatas con costillas y piñas de maíz de Canarias. Es similar a la pisca andina, una sopa de patata y cilantro, o puede ser el ingrediente principal de una sopa o crema verde, finalizando con este toque distintivo.
En el ámbito de las guarniciones el cilantro se combina bien con pescados, tanto grasos y azules como el salmón, como con pescados blancos. En todos estos casos se les puede añadir una salsa verde de cilantro o una salsa de crema con cilantro y un toque de limón, típica en las cocinas del Pacífico.
La carne también se beneficia del cilantro, especialmente la ternera y el cerdo en salsas como el chimichurri, al que se le puede incorporar un poco de cilantro, similar a lo que se haría con un mojo verde canario, acompañando perfectamente a las papas arrugadas.
Dentro de la cocina fusión o internacional, el cilantro encuentra su lugar en platos de inspiración oriental, ya sean tailandeses o indios. Es más sencillo de integrar si no es la única hierba o especia utilizada, combinando bien con lemongrass, tamarindo, lima kafir o hojas de curry.
Guacamole y la máxima expresión de esta hierba aromática
América y Asia dominan en el uso de cilantro fresco, mientras que Oriente Medio se destaca en la utilización de la semilla de cilantro. Comúnmente conocida solo como coriandro.
De esta manera, descubrimos las sopas picantes al estilo tailandés, el arroz con cilantro típico de Portugal y el aroma extraído de la semilla. Manteniéndose fiel a los ingredientes principales, encontramos el uso del cilantro y el coriandro en platos donde predomina el curry. Destacando el pollo korma, las keftas marroquíes o el falafel.
Las ensaladas se benefician del uso del cilantro. Le dan ese toque especial, resultando muy apropiado para platos que nos remiten al Mediterráneo oriental o a la región sur del Mare Nostrum, donde encontramos delicias como tajines, taboulé, chermoula, salsa raita o incluso los matices que podríamos incorporar a un hummus.
En la cocina latina, olvidar el guacamole sería un error, al igual que pasar por alto a los tiraditos o a los ceviches.
El guacamole es un plato tradicional de la cocina mexicana que se ha vuelto popular en todo el mundo debido a su sabor único y a sus ingredientes frescos y saludables. No hay una receta única del guacamole, ya que cada persona le da su toque personal.
En la lista de ingredientes de este plato, aunque el aguacate parece ser el ingrediente principal, para mí, el cilantro es el que aporta el toque distintivo.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.