La ensalada de higos y queso es una combinación de sabores dulces y salados que siempre sorprende. Los higos frescos aportan una dulzura jugosa y natural, mientras que el queso proporciona una textura suave y un sabor profundo que realza la fruta.
Y aunque este tipo de platos alegra la vista con sus colores vivos y su presentación distinguida y elegante, lo mejor es ese toque Umami que tanto nos gusta. Es un sabor que oscila entre los matices dulces y los salados, incitándonos a seguir comiendo.
Las ensaladas pueden incluir una amplia gama de ingredientes frescos como verduras, frutas, frutos secos, quesos, y proteínas, lo que las hace muy versátiles. ¿Qué tipo de ensalada es tu favorita? Te propongo varias opciones para que encuentres la que más te gusta.
Las ensaladas son una fuente inagotable de beneficios para la salud. Incluir vegetales frescos en nuestra alimentación diaria nos proporciona gran cantidad de vitaminas y minerales indispensables para nuestro equilibrio natural, además de ayudarnos a mantenernos hidratados y favorecer nuestra digestión debido a su alto contenido en fibra.
Además, las ensaladas son bajas en calorías, lo que las hace una opción perfecta para los que desean mantener un peso saludable sin renunciar al sabor. La energía que recibimos de una ensalada equilibrada proviene de sus ingredientes naturales y frescos, los cuales nos ayudan a sentirnos bien.
El queso y las frutas son componentes clave que pueden transformar una ensalada simple en un plato sofisticado. El queso aporta proteínas y calcio esenciales para la salud ósea, mientras que las frutas añaden antioxidantes que combaten el envejecimiento celular.
Concretamente, las ensaladas que incluyen rúcula y canónigos, son mucho más vistosas que las que se preparan solo con hojas de lechuga. Estos vegetales de hojas verdes no solo tienen un sabor más complejo y picante, sino que también están son una gran fuente de vitamina K y el ácido fólico, fundamentales para la salud cardiovascular y la función cerebral.
Os explico cómo hacer ensalada de higos y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu teléfono. En la sección de ingredientes, puedes seleccionarlos facilitando así la compra. Además, puedes elegir el número de porciones que necesitas y se calculan automáticamente las cantidades de los ingredientes.
El primer paso para preparar una ensalada es lavar adecuadamente las hojas verdes asegurándonos de que queden libres de impurezas.
Para lavarlas, colócalas en un bol grande con agua y déjalas remojar por unos 20 minutos. Escúrrelas con ayuda de un colador.
--> Abro debate sobre los centrifugadores de ensalada: Un día lo compré, lo usé dos veces, lo guardé y acabé regalándolo. Y tu, ¿Le das uso a este gadget?
En cuanto a la cantidad, no es necesario complicarse: con una bolsa de canónigos de aproximadamente 125 gramos y otra de rúcula de unos 50 gramos estarás listo para continuar.
Una vez escurridas las hojas las pondremos en un bol amplio. Las aliñaremos con aceite de oliva virgen extra, un toque de vinagre y sal, al gusto.
Solo queda añadir los higos cortados en cuartos y el queso.
Sobre el queso, según mis gustos los mejores son los quesos de la familia de los quesos azules. Y si te preguntas cual exactamente he puesto yo, he de confesar que el Bergader es de mi favoritos. Un queso azul alemán de vaca elaborado con leche cruda que me eriza la piel cada vez que lo pruebo. Este es uno de los quesos más famosos de Alemania ya que junto al Edelpilzkäse viene a suponer la única oferta de quesos azules de este país.
Para concluir, incorporaremos los higos cortados en cuartos y el queso azul.
Poco más que añadir, solo que esta ensalada es ideal tanto para un plato principal ligero como para un plato de acompañamiento. La mezcla de la dulzura de los higos, el sabor salado del queso y la frescura de las hojas verdes resulta en un equilibrio exquisito.