Las galletas son uno de esos dulces que siempre son bien recibidos. Ya sea para una merienda, sobremesa o para un tentempié de media jornada. Sea como sea, estas galletas de lavanda es una de las mejores galletas que he probado nunca.
Habitualmente la lavanda se considera una flor aromática que desprende olores campestres ideales para agregar una agradable sensación relajante al baño. Como base de ambientadores de hogar también es un gran recurso a tener en cuenta. Aunque no lo creas, también se utiliza en la cocina mucho más de lo que te imaginas. Por ello quiero que disfrutes de esta flor de una forma diferente, porque además de quedar super bien en los platos tiene muchísimos beneficios para nuestro organismo. La lavanda funciona como aromaterapia, ansiolítico y relajante. Además de ser antiséptico y antioxidante.
Las galletas son ese bocado dulce que siempre tiene hueco a cualquier hora del día. Sientan de maravilla ya sea en el desayuno o como tentempié de media mañana. En la sobremesa con un café va de lujo y si quieres merendar un buen tazón de leche con galletas eres el rey del mundo.
Es por ello que hoy vengo a contarte mi particular receta de galletas de mantequilla aromatizada con lavanda. Estas galletas a mi me funcionan siempre y son una base perfecta para otro tipo de galletas. Y es que el sabor es totalmente delicioso, las galletas se funden en tu boca y el sabor de la mantequilla te envuelve de forma brutal. En este caso le he añadido un toque de lavanda, una flor campestre que da un toque ideal a estos dulces.
¿Te gusgan los dulces? Te dejo alguna de mis mejores recetas:
Os explico cómo hacer galletas de lavanda con la receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Una vez que la mantequilla y el azúcar se hayan integrado bien formando una crema suave, añadiremos la clara de huevo, un poco de sal y la harina previamente tamizada.
Continuaremos mezclando con las varillas hasta que obtengamos una masa bien integrada y uniforme. Poco a poco añadiremos la Lavanda para que se integre bien en la masa. Una vez conseguida la sacaremos del recipiente y la envolveremos en papel transparente de cocina y lo meteremos en la nevera durante una hora aproximadamente para que la masa tome consistencia y sea mucho más fácil estirarla y trabajar con ella.
Trascurrido este tiempo sacaremos la masa y la estiraremos sobre la encimera de la cocina con ayuda de un rodillo. Si no tienes rodillo de madera puedes estirarla con ayuda de una botella, te sacará de apuros! Para que sea más fácil este proceso te recomiendo que antes de comenzar a trabajar con la masa, la dividas en dos trozos y la trabajes de forma independiente.
Una vez que tengas la masa estirada sobre la encimera, de un grosor de medio dedo aproximadamente, corta las galletas con ayuda de un corta-galletas en forma circular. Si no tienes un cortador de galletas puedes utilizar un aro de emplatar, el resultado será el mismo. A continuación cubre una bandeja con papel de horno y sitúa las galletas encima