Las galletas de mantequilla es una receta tradicional que nunca falla. La primera vez que las hice fue realmente sorprendente, se hacen prácticamente solas y su resultado es buenísimo. Son ideales para mojar en el cafelito o para llevar encima y tener a mano como un tentempié dulce.
Si navegas por la red buscando la receta perfecta de galletas de mantequilla puedes encontrar miles de recetas diferentes ya que hay tantas recetas de estas galletas como personas se pongan hacerlas. Cada cual tiene sus trucos y sus cantidades de ingredientes perfectamente calculadas para hornear sus propias galletas perfectas. Es por ello que hoy vengo a contarte mi particular receta de estos bocados dulces tan tradicionales. A mi me funcionan siempre y son una base perfecta para otro tipo de galletas.
Por ejemplo, si te gusta decorar galletas con glasa de colores, esta receta de galletas es ideal. Yo he optado por cortarlas redondas, pero puedes utilizar cortadores de galletas para hacer las formas que más te gusten.
El sabor de este tipo de galletas es totalmente delicioso, las galletas se funden en tu boca y el sabor de la mantequilla te envuelve de una forma brutal. No puedes dejar de hacerlas porque son muy sencillas de cocinar y te van a encantar. Si eres galletero como yo vas a disfrutar mucho de estos bocados deliciosos. Veamos la receta y la poca complicación que tiene.
Os explico cómo hacer galletas de mantequilla con la receta paso a paso para que no tengáis dudas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Comenzaremos poniendo en un recipiente amplio la mantequilla con el azúcar. Ten en cuenta que es mucho mejor que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que sea mucho más fácil mezclarla con el azúcar. Es muy recomendable hacerlo con unas varillas eléctricas, si tienen una amasadora sería genial. En mi caso yo he usado mi KitchenAid, me tiene totalmente enamorada porque me ofrece unos resultados increíbles, pero que sepas que no es imprescindible.
Una vez que la mantequilla y el azúcar se hayan integrado bien formando una crema suave, añadiremos la clara de huevo, un poco de sal y la harina previamente tamizada.
Continuaremos mezclando con las varillas hasta que obtengamos una masa bien integrada y uniforme. Una vez conseguida la sacaremos del recipiente y la envolveremos en papel transparente de cocina y lo meteremos en la nevera durante una hora aproximadamente para que la masa tome consistencia y sea mucho más fácil estirarla y trabajar con ella.
Una vez que tengas la masa estirada sobre la encimera, de un grosor de medio dedo aproximadamente, corta las galletas con ayuda de un corta-galletas en forma circular. Si no tienes un cortador de galletas puedes utilizar un aro de emplatar, el resultado será el mismo. A continuación cubre una bandeja con papel de horno y sitúa las galletas encima.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, cuando esté bien caliente introduce la bandeja y deja que se horneen hasta que veas que comienzan a dorarse. Unos 15 minutos deben ser suficientes, aunque todo va a depender de tu horno. Los tiempos son relativos ya que cada horno tiene sus tiempos.