Guisantes con huevo. De la huerta a la mesa
En esta época del año, cuando los días comienzan a ser más largos y el sol calienta tímidamente los campos, empiezan a aparecer en el mercado las vainas de estas legumbres tan consumidas. Un plato de guisantes con huevo es lo mejor de la temporada. Aunque hoy día podemos conservar los guisantes para consumirlos durante todo el año.
Particularmente, a mi los guisantes me gustan mucho, sobre todo los frescos. Los congelados hay durante todo el año, y de todas las marcas conocidas y por conocer. Y para un desavío los tienes de lata.
Pero no tienen nada que ver con los guisantes naturales recién cogidos de la mata. Gustativamente están a un abismo de distancia, sin olvidar que la textura es totalmente diferente. Por ese motivo, en las fechas donde el otoño está en su máximo esplendor, procuro disfrutas al máximo de los guisantes frescos con recetas como ésta.
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Beneficios de los guisantes con huevo
Los guisantes son una leguminosa que tiene multitud de beneficios para la salud. Por otro lado los huevos son una excelente fuente de proteínas y contienen vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo humano . Combinar guisantes con huevo puede ser una opción saludable para una comida equilibrada.
Os explico cómo hacer guisantes con huevo y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
- 400 g Guisantes frescos (1 Kg de vainas aproximadamente)
- 1/2 Cebolla
- 4 Huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Los guisantes los puedes comprar congelados o frescos. Si los compras frescos y en su vaina los vas a disfrutar mucho más. Te explico como hacerlo. Comenzaremos desgranando los guisantes, para ello abriremos las vainas y los sacaremos poniéndolos en un plato hondo. Como os comentábamos en los ingredientes, con un kg de vainas vamos a obtener unos 400gr aproximadamente. Como veis en la imagen, es una gozada disfrutar de este ingrediente tan fresco y natural.
Cuando tengas los guisantes pelados podrás ver que tienen un aspecto fresco y turgente, así a simple vista no te van a parecer muy verdes, pero una vez que los escaldes su color va a tornar a un verde intenso maravilloso. Comerte un par de ellos crudos te va a llevar directamente a un huerto con tierra mojada, ese aroma y sensación placentera te invadirá.
El siguiente paso será poner agua a hervir en un cazo y añadir los guisantes con una pizca de sal. Tan solo los dejaremos cocer durante unos 5 minutos aproximadamente, son tan tiernos que ese tiempo será suficiente. Los escurriremos y los enjuagaremos para cortar la cocción. Los reservaremos.
A continuación cortaremos muy finamente la cebolla fresca y la podremos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Cuando comience a dorarse añadiremos los guisantes y lo saltearemos todo junto para que se integren los sabores.
Ya solo quedará hacer un hueco en el centro de la sartén y añadir el huevo, de esta forma se nos dispondrá en el centro sin posibilidad de moverse. Mantendremos la sartén al fuego durante unos minutos más hasta que veamos que el huevo se cuaja a nuestro gusto. Yo lo prefiero con la yema líquida para mojar pan.
Si te atreves con los matices de la pimienta rosa, se la puedes añadir justo antes de servir, su maravilloso aroma te activará los sentidos para disfrutar del plato y de sus sabores y texturas.