¿Conoces el kimchi? Es de uno de los alimentos fermentados más reconocidos, no solo en Asia, sino alrededor de todo el mundo. De origen Coreano, se compone tradicionalmente de vegetales conservados y sazonados con especias. Acompáñame porque te cuento como hacer kimchi coreano con éxito garantizado.
Debo admitir que siempre he considerado la elaboración del kimchi como un desafío fuera de mi alcance. Sin embargo, en más de una ocasión me he sorprendido a mi misma seleccionando cuidadosamente cada ingrediente con la esperanza de superar el reto de preparar kimchi en casa. Sin embargo, el temor al fracaso siempre ha sido más fuerte, haciéndome pensar que quizás había sido demasiado ambiciosa comprando los ingredientes.
Aun así, nunca he considerado estos intentos como fracasos, sino como etapas esenciales del camino. Ahora que estoy escribiendo estas líneas, me doy cuenta de que no iba tarde y que no estaba fracasando. Simplemente estaba viviendo un proceso evolutivo que me ha proporcionado la información necesaria para abordar esta receta con confianza.
Vengo dispuesta a contártelo todo y sin reservas. Compartir mi experiencia para que no cometas los mismos errores que yo, hace que tu receta de kimchi sea mejor que la mía. ¿Te atreves a superar el temor de preparar tu propio kimchi coreano en casa? Vamos a lograrlo juntos, pero antes un poco de lectura sobre el kimchi.
Este fermentado picante, con sus profundos sabores y texturas variadas, no solo es un testimonio de la tradición de Corea, sino también un ejemplo de cómo la fermentación es una opción perfecta para la conservación de ingredientes frescos.
En el año 2015 el kimchi fue considerado por la UNESCO como un bien intangible del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Formando parte de las declaraciones para la salvaguardia de las tradiciones verbales que pasan de generación en generación.
Estas recetas son una prueba de que, incluso en la vorágine de la modernidad, la historia tiene su espacio en cada producto que disfrutamos, aunque provenga de un rincón remoto del mundo.
El kimchi, con una historia de más de dos milenios, comenzó como un método para conservar vegetales durante los crudos inviernos de Corea. A lo largo de los años, su receta se ha enriquecido y diversificado, reflejando la evolución histórica y las influencias culturales que han formado la península coreana. La introducción de especias en el siglo XVII marcó un punto de inflexión en su preparación, y las distintas variantes regionales que incluyen ingredientes autóctonos demuestran la capacidad de adaptación y la inventiva del pueblo coreano.
Además de su sabor único, el kimchi es reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. Es rico en probióticos debido a su proceso de fermentación, lo que puede favorecer la digestión y la salud intestinal. También es una excelente fuente de vitaminas A, B y C, y contiene una alta cantidad de antioxidantes. Investigaciones recientes indican que el kimchi podría contribuir al fortalecimiento del sistema inmunitario.
Os explico como hacer kimchi coreano y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Guarda esta receta en la pantalla de inicio de tu móvil para un acceso rápido. En la sección de ingredientes, selecciona los que necesitas para simplificar la compra. Además, ajusta el número de porciones deseadas y las cantidades de los ingredientes se calcularán automáticamente.
Las recetas internacionales nos ofrecen la posibilidad de explorar la diversidad gastronómica global desde de nuestra casa. A continuación, te presento una visión general de varias cocinas internacionales que puedes encontrar en el blog.
Un buen kimchi empieza con una preparación previa de la col, este paso es imprescindible para empezar con buen pie. Cortaremos la col en trozos grandes y la pondremos en un recipiente amplio junto con la sal. Es importante usar las manos para asegurarse de que la sal se distribuya uniformemente entre los trozos de col. Lo dejaremos reposar durante 2 horas.
El objetivo principal es que la col elimine la mayor cantidad de agua posible. Concretamente, conseguiremos eliminar el 5% del peso de la verdura.
Transcurridas las dos horas de encurtido previo de la col, enjuagaremos bien cada hoja con abundante agua, de forma que eliminemos cualquier rastro de sal. Podrás comprobar como la col ha dejado de estar tersa y crujiente, ahora está blandita y con mucha menos agua.
Lo siguiente será secar bien cada hoja de col. Yo he usado papel absorbente de cocina, solo tienes que presionar las hojas entre dos trozos de papel para dejarlas secas.
Truco 1: Asegúrate de que las hojas de col queden bien secas ya que cualquier exceso de agua puede echar a perder tu kimchi.
El kimchi no solo incluye col como ingrediente principal, sino que también incorpora otras verduras que enriquecen su sabor.
Tanto el nabo como la zanahoria deben ir cortados en tiras finitas para que fermenten bien con el resto de ingredientes. Los tallos verdes de cebolla fresca los cortaremos en rodajas gruesas. Puedes hacerte una idea en la imagen, donde puedes ver la col macerando en sal; y el nabo, la zanahoria y los tallos de cebolla.
Una vez que tengamos la col lista y las verduras cortadas, el siguiente paso es preparar el condimento donde el kimchi va a fermentar.
La manzana juega un papel muy importante ya que contienen azúcares naturales que ayudan en el proceso de fermentación, proporcionando alimento para las bacterias beneficiosas que transforman nuestras verduras en kimchi.
Truco 2: Puedes tener la tentación de añadir la manzana con piel. Yo te recomiendo que peles la manzana. De esta forma las texturas se unifican. La manzana se bate totalmente integrándose a la perfección en el kimchi.
También añadiremos ajo y jengibre, cuyas propiedades antimicrobianas naturales ayudan a prevenir el crecimiento de bacterias no deseadas durante el proceso de fermentación. Independiente de sus beneficios durante la fermentación, el ajo aporta un sabor fuerte y picante que complementa a otros matices del plato.
Estos dos ingredientes deben ser complementados con la salsa de pescado y el azúcar moreno. El primero aporta salinidad y el segundo es justo lo que la fermentación necesita para que se desarrolle. El azúcar va a ser nuestro mejor aliado en esta receta.
Pondremos todo en un vaso batidor y lo trituraremos bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
Añade también Gochujang y el Gochugaro. Si no tienes estos dos condimentos coreanos, puedes utilizar cualquier polvo de chile picante. No obstante, hablemos sobre ellos:
El Gochujang es una pasta de chile fermentada muy común en la cocina coreana. Su elaboración es un arte que combina chiles rojos, arroz glutinoso, soja fermentada y sal. Su proceso de fermentación no solo intensifica su sabor, sino que también le otorga una profundidad única, caracterizada por un equilibrio entre lo picante, lo dulce y lo umami.
Por otro lado, el Gochugaru es un tipo de chile en polvo que se obtiene de chiles rojos secos. Su sabor es picante y ligeramente ahumado, lo que lo convierte en un ingrediente esencial para dar ese toque especial a muchos platos coreanos.
Ambos tienen matices que los diferencian aunque comparten su esencia como condimento de mucho platos.
Llegados a este punto el siguiente paso es mezclarlo todo. Pondremos en un recipiente amplio todas las verduras y le añadiremos el preparado que hemos batido. Lo mezclaremos bien de forma que cada verdura quede bien impregnada.
Truco 3: Usa guantes. Porque tus manos no queden tiznadas de un rojo intenso y untadas de pasta picante.
Ahora será el momento de envasar el kimchi.
Truco 4: Utiliza botes de cristal.
Tened en cuenta que el kimchi es un alimento fermentado que debe seguir su proceso natural. Y aunque cualquier recipiente es válido, yo recomiendo enérgicamente que utilices el vidrio.
La mayoría de los recipientes de plástico están fabricados con polipropileno, un material reconocido por su estabilidad térmica y resistencia al calor. A pesar de que el plástico no es poroso en el sentido convencional, pueden desarrollar pequeñas imperfecciones con el tiempo, como arañazos o manchas, que pueden albergar bacterias.
Llena los botes y se extremadamente cuidadoso.
Truco 5: rellena los botes poco a poco y eliminando cualquier resto de aire. Lo mejor es que lo metas en el bote poco a poco. Yo he seguido usando las manos.
Mete en el bote un poco del kimchi y presiónalo en el fondo del bote para eliminar las burbujas de aire.
El oxígeno favorece el crecimiento de mohos y levaduras que no son deseables en la fermentación del kimchi. Estos microorganismos pueden alterar el sabor y la textura haciéndolo menos apetecible.
Truco 6: Una vez llenos los botes limpia bien los bordes para eliminar cualquier resto de kimchi, no queremos fermentaciones paralelas y kimchi reseco en el bote.
Truco 7: Una vez limpio, cubre la superficie con papel de horno. Corta un círculo un poco más grande que el diámetro del bote, disponlo sobre le kimchi para sellar y presiona un poco más para eliminar las burbujas que hayan podido quedar.
Una vez envasado el kimchi, debes dejarlo fermentar en un lugar oscuro y fresco durante 48h. En este tiempo, el kimchi iniciará su proceso de fermentación.
Truco 8: No llenes los botes hasta arriba.
Durante la fermentación el volumen del kimchi va a aumentar, por lo que si llenas los botes hasta el borde acabará desparramándose por la tapadera del recipiente. Deja como mínimo 4 dedos para que el proceso de fermentación tenga espacio para crecer.
Transcurridos estos dos días ya podrás meter los botes de kimchi en la nevera para su conservación.
¿Cesará el proceso de fermentación? No, el kimchi seguirá fermentando y evolucionando pero de una forma más controlada. La baja temperatura ralentiza la actividad de la fermentación pero no la bloquea.
Iniciar el proceso de fermentación durante dos días fuera de la nevera ha propiciado la activación del proceso. Por eso es tan importante comenzar a temperatura ambiente.
El Kimchi tiene muchas aplicaciones en la cocina y una gran ventaja inherente a su elaboración, una vez hecho aguanta mucho tiempo sin estropearse.
Aunque hay una gran cantidad de recetas coreanas para usar kimchi, como es el arroz frito de kimchi o la sopa coreana e kimchi. La clave está en que recetas que ya elaboramos en casa pueden encajar bien con esta elaboración. De esta forma empiezas a redescubrir platos del día a día.
Por ejemplo, hacer una mayonesa casera añadiendo unas cucharadas del jugo del kimchi hace que sea bastante distinta a la habitual, con un plus de sabor que marcará la diferencia.
Se puede servir a modo de entrantes sobre unos canapés (solo para personas con alta tolerancia al picante)
Podemos incorporarlo en una ensalada, añadir un poco a un guiso de carne, los sofritos suben un nivel con un toque de kimchi. Imagina unas albóndigas con un toque punchi de este tipo.
Mi consejo es que te dejes llevar y que experimentes con él. Nadie mejor que tu sabrá combinarlo según tus gustos.
Antes de finalizar, darte las gracias por haber leído hasta aquí y recordarte que la clave está en seguir los trucos que te he ido dejando en cada fase del proceso. Si los pones en prácticas tu receta de kimchi será mejor que la mía. Y te aseguro que mi kimchi salió bien rico ✨✨✨