El lomo de cerdo es uno de los cortes más consumidos. Es muy versátil ya que nos ofrece muchas posibilidades en la cocina. Podemos tenerlo en cuenta para organizar la cena de la familia o para disfrutar los días festivos. Un ejemplo de ello es este lomo de cerdo a la sal. Es perfecto para triunfar en una celebración con tu seres queridos sin ningún tipo de esfuerzo.
Y no solo en una celebración, este lomo puedes hacerlo en casa para disfrutarlo tu solo. Simplemente tienes que hacer un trozo de lomo más pequeño. La elaboración es la misma.
Existen técnicas de cocina que hacen autenticas maravillas con los alimentos, una de ellas es hornear una carne o un pescado a la sal. Al principio nos puede parecer que cubrir de sal una pieza de carne (o pescado) puede ser un autentico error, pensando que puede resultarnos un plato muy salado. Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que los alimentos no quedan nada salados sino en su justo punto de sal y, lo mejor de todo es que se cocinan en sus propios jugos internos, lo que permite que la carne o el pescado queden muy tiernos y llenos de sabor.
Aunque también he hecho pescados, en esta receta vengo a contarte los beneficios de este tipo de elaboraciones. Cocinar carne de esta forma son todo beneficios para nuestro organismo y para nuestro día a día, ya que se cocina solo en el horno. Todo son ventajas, no dejes pasar la oportunidad de probar esta delicia.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Lomo de cerdo a la sal
Ingredientes para lomo a la sal
Cómo hacer lomo de cerdo a la sal
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Como os he comentado, esta es una receta muy sencilla de realizar y requiere de muy pocos ingredientes, lo que la hace mucho más fácil. Cocinaremos el lomo de cerdo dentro de la sal, por lo se cocerá en su propio jugo. Por este motivo, el lomo debe ser de muy buena calidad y si es ibérico, como es en este caso, más jugoso saldrá.
En una bandeja especial para el horno, dispondremos una capa de sal por todo el fondo de la bandeja. La sal especial para estos casos se puede encontrar en cualquier gran superficie o en el mercado de tu ciudad.
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En una bandeja especial para el horno, dispondremos una capa de sal por todo el fondo de forma que quede bien cubierto. La sal para cocinar al horno se puede encontrar en cualquier gran superficie o en el mercado de tu ciudad.
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A continuación pondremos el lomo encima de la sal. Lo acomodaremos bien y lo cubriremos completamente con el resto de la sal. Debe quedar bien cubierto y compacto.
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Cuando tengamos el lomo totalmente cubierto de sal, humedeceremos ligeramente la superficie con un poco de agua. Solo tenemos que mojarnos un poco las manos y compactar la sal sobre el lomo. De esta forma conseguiremos que con el calor del horno y la sal humedecida, se ponga dura creando algo similar a un pequeño horno donde el lomo se cocinará en su propios jugos.
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Una vez llevado a cabo todos estos pasos, meteremos la bandeja en el horno precalentado a 190º, mantendremos el lomo en el horno durante una hora y media aproximadamente. Recuerda que cada horno funciona de una forma diferente. Para más datos puedo decirte que este es un lomo ibérico, que suele tener más grasa infoltrada en la carne y son más estrechos y finitos que un lomo de cerdo blanco. Respecto al horno, deber utilizar la opción de calor arriba y abajo.
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Transcurrido el tiempo de cocción, sacaremos la bandeja del horno y lo dejaremos reposar unos minutos. De esta forma perderá un poco el calor del horno para poder manipularlo.
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Ya podremos retirar la capa de sal superior, la cual comprobaremos que se ha endurecido bastante. Para ello le daremos unos golpes con ayuda de un tenedor de forma que vayamos agrietando dicha capa de sal.
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Una vez que le quitemos toda la sal que recubría el lomo, lo sacaremos de la bandeja y lo pondremos en una tabla para cortarlo.
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Una vez cortado lo llevaremos a la mesa listo para que podamos disfrutar de un buen trozo de carne que ha mantenido todos sus sabores sin perder ni un poquito de sus jugos.
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Lo podremos comer tanto en caliente como en frío, aunque es aconsejable comerlo recién salido del horno. De esta forma lo disfrutamos calentito y con todos sus jugos infiltrados en la carne. Toda una delicia.
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Espero que te haya gustado, que la disfrutes y no olvides valorar esta receta! Aquí abajo tienes las estrellas, me sería de gran ayuda saber tu opinión.