El muffin guarda similitudes con las magdalenas aunque presenta ligeras diferencias. Haremos un análisis que abarca factores fundamentales como el sabor y la textura. Podemos aprovechar esta receta de muffins de vainilla y chocolate para verlas todas.
Yo es que soy muy de magdalenas. Si lo piensas bien es el formato perfecto: pequeñas, individuales y de sabores variados. Que sean pequeñas es un punto a favor porque te puedes comer dos o siete sin sentir el más mínimo arrepentimiento. La individualidad es necesaria en tiempos de pandemia, ya sea por el SARS-CoV-2 o el COVID-19, o los que están por venir. A ver quien es el Chuck Norris que comparte comida. Nada nada, olvídalo. Recuerda que tienes las manos hecha jirones del gel hidroalcohólico, respiras tu propio CO2 exhalado durante buena parte del día debido a las mascarillas, además de parecer una contorsionista eslovaca saliendo del baño de la oficina sin tocar el pomo de la puerta, subiéndote los pantalones mientras intentas que la mascarilla no te tape los ojos. Un numerito.
Independientemente de todo lo anterior, existen algunas características claves que diferencian las magdalenas que todos conocemos de los muffins, sus hermanos británicos.
Según la Real Academia Española, la magdalena es un bollito pequeño, presentado en un molde de papel rizado. Al final no es muy diferente de un bizcocho pero en porciones individuales. Los ingredientes principales son harina, azúcar, huevos, ralladura de limón y aceite de oliva (o mantequilla).
Por el contrario, un muffin contiene prácticamente los mismos ingredientes que una magdalena, pero su principal diferencia es que no sueles crecer mucho en el horno, podemos decir que es una especie de magdalena bastante chato que se suele rellenar con mermelada o acompañarlo de frutas.
Respecto a la textura, las magdalenas suelen ser más esponjosas que los muffins que tienen a ser un poco más compactos; por ello suelen ir rellenos de mermeladas o cremas.
Si hablamos del sabor característico de estas dos versiones, las magdalenas normalmente tienen un ligero toque a limón y los muffins admiten variedad de sabores.
Dicho lo cual nos vamos a poner ya a hacer estos muffins que te van a sentar de maravilla, ya te los comas solo o bien acompañado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Vamos a comenzar poniendo en un recipiente amplio la mantequilla y el azúcar. Lo batiremos todo hasta conseguir una mezcla ligera y esponjosa. Aconsejamos batir con un varilla eléctrica, así la mezcla incorporará más aire en su interior y nos quedará más esponjoso. Yo utilicé mi Kitchen Aid, no puedo estar más contenta con esta maquinita, es un poco cara pero los resultados son maravilloso. Te la recomiendo 100%.
Una vez que obtengamos una mezcla suave y homogénea con la mantequilla y el azúcar, incorporaremos poco a poco el huevo batido y la leche, no pararemos de batir para que se nos vaya mezclando todo bien y consigamos una masa uniforme y esponjosa. Añadiremos también la esencia de vainilla. También puedes ponerle las semillas de una vaina de vainilla.
Una vez que el huevo y la leche se hayan integrado perfectamente, añadiremos la harina y la levadura tamizadas. Seguiremos batiendo hasta que se nos forme la masa final. Ya solo nos quedará añadir las pepitas de chocolate y mezclar para que se integren en la masa.
Pondremos los papelitos de los muffins en un molde metálico (o de silicona) para evitar que se nos deformen durante el horneado y los rellenaremos como unas 3 cuartas partes, así será suficiente ya que esta masa no crece mucho.
Los llevaremos al horno precalentado a 180ºC y los mantendremos allí entre 15 y 20 minutos aproximadamente, dependerá de la potencia de tu horno.
Cuando veamos que los muffins han adquirido un color dorado, los pondremos sacar del horno, los pondremos sobre una rejilla para que se enfríen más fácilmente por todos los lados por igual, y ya podremos disfrutar de estos exquisitos y delicados pastelitos.