Amor naranjil en estado puro porque esta receta no se puede definir mejor. Si te gusta esta fruta, estas naranjas confitadas caseras son increíblemente sencillas por lo que deben convertirse en una elaboración imprescindible a tener en cuenta en tus dulces.
Las naranjas confitadas son una de las frutas escarchadas más versátiles. He de confesar que es una de mis preferidas, aunque también he de decir que este tipo de elaboraciones me encanta. No hay Navidad sin fruta escarchada; cerezas, peras, calabaza o naranjas inundan nuestras casas en esa época del año.
En esta receta hablamos de la naranja, una fruta cítrica de las que existen muchas variedades. Hay naranjas dulces, amargas, especiales para zumo o para mesa. Aunque lo que tienen en común todas ellas es que son aromáticas y muy apetecibles cuando llega el otoño.
El invierno es la estación del año que se caracteriza por ser tiempo de naranjas. Tomarlas como postre o en zumo constituye una de las mejores opciones para llenar nuestro organismo de vitaminas y energía. Las naranjas son un alimento con múltiples beneficios para nuestro sistema inmunitario.
A todo ello debemos unirle la enorme cantidad de posibilidades que nos ofrece para experimentar en la cocina.
Las naranjas confitadas caseras puedes utilizarlas para decorar roscones, pasteles, bollería o para prepararlas hacer snacks dulces cubiertos de chocolate. Sus características hacen que sea una de las frutas más utilizadas en postres, ya sean confitadas o en forma de mermelada. No pierdas detalle de esta receta porque va a ser una de las mejores opciones para aromatizar tus postres.
Como ejemplo, estas naranjas se utilizan normalmente para decorar Roscones de Reyes o hacer pannetones. Incluso recubiertas con chocolate son la mejor opción para presentar un snack dulce.
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Os explico cómo hacer naranjas confitadas caseras increíblemente sencillas con la receta paso a paso para que no tengáis dudas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Una vez que estén bien limpias cortaremos las naranjas en rodajas con ayuda de un cuchillo bien afilado. Las cortaremos de un grosor como de medio dedo aproximadamente.
Pondremos el agua y el azúcar en un cazo y lo llevaremos a ebullición. Cuando el azúcar se haya disuelto añadiremos las rodajas de naranja con una pizca de sal. Dejaremos que se confiten a fuego suave el teimpo suficiente para que el agua se evapore.
Durante la cocción no les des la vuelta a las rodajas de naraja, sólo muevelas con cuidado. Sabrás que están listas cuando se haya evaporado el agua y las naranjas hayan empezado a volverse transparentes.
Podrás guardarlas en un recipiente con tapadera para que queden bien protegidas. Al ser el azúcar un conservante natural impedirá que las naranjas se estropeen estando a temperatura ambiente. Sin embargo yo prefiero guardarlas en la nevera.