Puede que estemos ante una de las recetas más cocinadas en todas nuestras casas. Hay que reconocer que el pastel de carne, la receta que nunca falla, es una de las grandes triunfadoras. Y lo mejor de todo es que este plato gusta a grandes y a pequeños, sin duda es una de las mejores opciones para disfrutar de un plato completo con la familia y amigos.
Cocinar con patatas es un gustazo, más que nada porque son muy agradecidas y soportan cualquier tipo de cocción. Este pastel de carne es un buen ejemplo de ello. Ya sean patatas fritas, cocidas, al horno o en puré; las patatas pueden ser desde las protagonistas del plato hasta un acompañamiento ideal para cualquier ingrediente principal. Un buen pescado al horno no es lo mismo sin sus patatas en la base donde absorben todos los jugos. Y una carne asada, ¿Sería lo mismo sin patatas? ¡Rotundamente no!
Este pastel de carne es una de las recetas más exitosas de todas las casas. Quizás no se cocina tanto como nos gustaría pero lo que no hay duda es que cuando la hacemos triunfa. Lleva una base de carne picada cocinada con verduras y acompañada de tomate frito. Por encima lo cubrimos con puré de patata cremoso y queso. Lo último es gratinarlo unos minutos en el horno antes de servirlo. No tiene mayor complicación y además se puede tener preparado con antelación a falta de meterlo en el horno.
El pastel de carne es un clásico que encanta tanto a grandes como a pequeños. Los ingredientes no pueden ser más comunes teniéndolos en casa por la mayoría de nosotros.
Finalmente, si tientes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Cuando tengamos la carne cocinada y la patata preparada solo nos quedará montar el pastel. Es tan sencillo con poner la carne en el fondo de una bandeja apta para el horno y cubrir con una buna capara de patata.
Cubriremos con una buna capa de queso y meteremos en el horno precalentado a 180º C durante unos 15 minutos aproximadamente.
Si queremos que se dore más el queso, podemos activar el gratinador el horno y darle un golpe fuerte de calor a la superficie para que el queso quede con una capa bien tostada.
Ya solo quedará dejar templar un poco el plato y sevir a la mesa con una buena barra da pan para acompañar.