Si has llegado hasta aquí es porque te gusta probar cosas nuevas y experimentar en tu casa nuevas recetas. Y, porqué no, también estas buscando la forma de sorprender a alguien. La opción del pato en salsa de ajo y tomillo puede ser la mejor opción que hayas encontrado. Pero antes hablemos un poco de recetas y del pato.
La carne es un ingrediente muy importante en la cocina y en la dieta. No solo es deliciosa, sino que también es una fuente rica de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo. Además, hay muchas maneras diferentes de cocinarla y de combinarla con otros ingredientes para crear platos infalibles.
La carne de pato va ganando terreno posicionándose como una excelente opción para incluir en nuestras dietas, y aunque comprar carne fresca de pato todavía no ha llegado a su máximo esplendor, cada día somos más los que disfrutamos de sus beneficios, sin tener que salir de casa. Porque la venta online está en auge en los tiempos que corren donde el aislamiento y las pandemias está a la orden del día.
Si ya la has probado, estarás de acuerdo en que la carne de pato tiene una consistencia y un sabor bastante peculiares, pero no es eso todo lo que la caracteriza, la carne de pato posee gran cantidad de proteínas de alto nivel biológico, y vitaminas esenciales para nuestro organismo.
Si aún no la has incluido entre tus recetas habituales, porque no conoces sus beneficios, te contamos por qué es saludable comer carne de pato.
El pato entra dentro de la categoría de las carnes blancas magras. Si, has leído bien, aunque su carne sea rojiza es considerada como una carne blanca, ya que prácticamente carecen de tendones, cartílagos, venas o tejido graso. Son carnes puras y magras muy baja en calorías.
Para triunfar con un plato de carne es importante tener en cuenta algunos aspectos clave. En primer lugar, la calidad de la carne es fundamental. Asegúrate de elegir una carne fresca y de buena calidad. En segundo lugar debes tener en cuenta hacer una buena preparación. Piensa bien con qué ingredientes quieres cocinar la carne elegida.
El pato es una carne muy sabrosa y versátil que se presta a muchas preparaciones diferentes. Cocinarlo en salsa es una de las formas más populares de prepararlo, ya que la salsa le da un sabor extra y lo hace aún más delicioso.
Os explico cómo hacer pato en salsa de ajo y tomillo y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Como veis en la imagen, el pato tiene una fisionomía un tanto diferente a la del pollo. En resumidas cuentas es muy parecido a despiezar un pollo aunque con ciertas diferencias. Es por ello que si no tienes la confianza suficiente de hacerlo bien, puedes decirle a tu carnicero que te lo haga.
Como puedes ver, yo opté por extraer las pechugas, los muslos y las alas. El resto fueron los huesos de despiece que utilicé para un caldo maravilloso con un sabor potente a ave.
En estas nuevas imágenes podemos ver le proceso de elaboración de este fondo de ave que va a ser la clave principal de la receta. Para hacerlo tendrás que poner aceite de oliva virgen extra en una olla amplia y añadir todos los despojos del pato una vez despiezado. Huesos y carcasa serán perfectas para este fondo lleno de sabor. Cuando se doren bien las cubriremos con agua y las dejaremos cocinar durante unos 40 minutos a fuego suave. De esta forma conseguiremos este fondo de pato delicioso que nos va a dar un punto diferenciador al plato. Una vez hecho este caldo lo colaremos y lo reservaremos.
El siguiente paso será cocinar el pato. Para ello pondremos una olla al fuego con aceite de oliva y añadiremos las presas de pato por la parte de la piel. Las doraremos a fuego medio hasta que queden turradas y hayan soltado parte de su grasa. Iremos sacando las piezas a medida que se vayan tostando y las reservaremos. Una vez todas retiradas, añadiremos a la olla los ajos pelados y cortados en trozos medianos, mantendremos la olla al fuego de forma que se doren los ajos. Añadiremos también el laurel y el toque de pimienta negra.
Seguidamente añadiremos las presas de pato y las marcaremos bien de forma que la piel quede bien dorada y expulse toda la grasa. Esto va a aportar un sabor muy rico a la salsa. A continuación añadiremos el vino blanco y subiremos el fuego para que se evapore el alcohol.
Ahora ya podremos añadir el caldo que habíamos reservado, lo pondremos bien caliente a la olla y dejaremos cocinar el pato durante una hora aproximadamente. Durante este tiempo el pato se cocinará quedando jugoso y con el sabor característico de este ave.
Para presentar el plato no nos vamos a complicar. Podríamos dispersarnos con algún tipo de verduras o purés...sin embargo donde se pongan unas buenas patatas fritas que se quite todo lo demás, porque las patatas sientan bien siempre y si van acompañando a una buena salsa mejor que mejor. En la foto no se aprecia, pero a este plato le precedía una fuente de patatas fritas que no se la saltaba un galgo. Y cuando digo galgo no digo Mastín, porque aunque el camino sea largo mas corre el Mastín que el Galgo, no obstante ambos corren bastante ¡Disfruta!