Como os comentaba en esta otra receta de polos de limón, todavía recuerdo aquellos polos de mi infancia, esos que vendían en el quiosco de la esquina y que disfrutábamos casi a diario en los largos meses de verano. En la receta de hoy vengo a contarte todo sobre los polos de naranja.
Los recuerdo dulces y refrescantes. Porque cuando eres niños los veranos son eternos, parece que desde el final del colegio hasta septiembre pasan dos eones. Sin embargo, cuando te haces mayor el tiempo se va volando. Pasas del verano a Navidad casi sin darte cuenta.
Refrescarse en verano es fundamental, y unos polos de frutas naturales es una muy buena opción. En esta nueva receta vamos a hablar de los polos y de como hacerlos en casa de una forma sencilla y económica.
Como os contaba también, hablemos sobre una serie de trucos que te vendrán genial para conseguir un resultado bueno y rico. Si te estas iniciando en la cocina, estos consejos te vendrán genial.
Es fundamental que la mezcla para hacer los polos esté bien fría antes de introducirla en los moldes. Si no es posible enfría la mezcla antes de meterla en el molde o utiliza siempre ingredientes recién salidos de la nevera.
La mayoría de los moldes para polos vienen con una tapadera para mantener los palos en el centro durante el proceso de congelación. Aunque no siempre es así, en ese caso podemos ayudarnos con un papel de film transparente. Primero rellenaremos los moldes con la mezcla del polo, taparemos los moldes con el papel transparente de cocina de forma que quede bien tenso (puedes poner varias capas para que quede más hermético). Una vez cubiertos los moldes les haremos unos cortes pequeñitos donde queramos meter el palito y los introduciremos de forma que queden bien centrados en el molde.
El momento de desmoldar los polos siempre es el más esperado. Puedes dejarlos unos minutos a temperatura ambiente para que se derritan lo justo y poder sacarlos del molde. Si ves que te cuesta trabajo puedes sumergirlos en agua templada durante unos segundos (¡Solo unos segundos!)
Si quieres hacer polos con diferentes capas es fundamental que esperemos el tiempo suficiente para que se congelen cada una de ellas. Presta especial atención a la temperatura de las nuevas capas que añadas, la mezcla debe estar bien fría para que no deshaga la capa ya congelada.
Para rellenar los moldes puedes utilizar una jarrita pequeña o un biberón de cocina.
Respecto a los ingredientes puedes utilizar cualquier tipo de fruta, lácteos, zumos o mermeladas.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
A continuación rellenaremos los moldes, no olvides poner en práctica los consejos que te doy al principio de la receta. Finalmente meteremos los moldes en el congelador durante 12 horas aproximadamente, aunque yo te aconsejo que lo dejes un día completo para que el polo de congele bien. Transcurrido este tiempo ya solo quedará desmoldar los polos y disfrutarlos!