En la receta de hoy vamos a explorar uno de sus platos más emblemáticos: la tortilla de patatas. Esta receta es un clásico que nunca falla. En esta entrada, te llevaré de la mano para que puedas recrearla con tus propias manos y con éxito garantizado.
Este plato es auténtica maravilla, compuesta por ingredientes muy básicos que todos tenemos en casa: patatas, huevos, aceite de oliva y sal. Su preparación requiere un cariño especial y paciencia, ya que cada paso es crucial para lograr la textura y el sabor perfectos.
Una de las claves para conseguir una tortilla jugosa y dorada es el proceso de cocción. Al freír las patatas en aceite de oliva, se crea un delicioso sabor y con textura adecuada. Además, un truco que siempre uso para evitar que la tortilla se rompa al darle la vuelta es usar un plato hondo como tapadera al voltearla.
He aquí la eterna controversia. Esta disputa ha dividido a la sociedad durante décadas y ha generado apasionados debates en todas las casas.
Por un lado, tenemos a los defensores de la tortilla de patatas con cebolla. Argumentan que la cebolla agrega un sabor extra y una textura suave y caramelizada que realza el plato. Además, aseguran que la cebolla es un ingrediente esencial para darle autenticidad a la receta.
Por otro lado, están aquellos que defienden la tortilla de patatas sin cebolla. Sostienen que la versión clásica posee los sabores puros de la tortilla.
Las opiniones sobre cuál es la "verdadera" tortilla de patatas son muy variadas.Esta controversia puede ser de gran interés, ya que muestra cómo un plato aparentemente sencillo puede desencadenar diferentes corrientes de opinión.
Os explico cómo hacer tortilla de patatas clásica y su receta paso a paso para que no tengáis problemas en la elaboración. El éxito está garantizado.
Si tienes alguna duda, puedes preguntar lo que necesites dejando un comentario al final de la receta. También puedes contactar conmigo a través de Instagram, en mi perfil Zafranelas publico cada día cosas nuevas.
Comenzaremos pelando las patatas y troceándolas en cuadraditos medianos, del tamaño de la yema de un dedo. A continuación le echaremos sal y freiremos la patata en aceite de oliva virgen. El aceite no debe estar muy caliente, ya que si no, se nos puede dorar demasiado la patata. Deben quedar blanquitas por fuera y muy jugosas por dentro. Ese es el secreto para que nuestra tortilla de patatas salga perfecta.
Cuando estén fritas las escurrimos bien de aceite y las reservamos, deberemos esperar que se templen un poco para evitar que se cuaje el huevo cuando hagamos la mezcla.